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jueves, 25 de agosto de 2011

Los hombres y la lactancia

He leído muchos comentarios en diferentes foros sobre la posibilidad de que un hombre pueda producir leche. Los comentarios van desde el extremo feminista que se alegra de la noticia y la considera una reivindicación, hasta la incredulidad total o el asombro de puritanas que consideran que el mundo se va al descalabro porque esa no es una función que Dios haya dado al varón.

Sin embargo, se sabe que antiguamente se acostumbraba contratar nodrizas para el amamantamiento de los niños (hasta Mahoma tuvo una : Halima). Era muy común que los reinos contraten nodrizas para amamantar al nuevo heredero. Algunas veces se consideraba el amamantamiento como una actividad demasiado plebeya. Inclusive algunos reinos exigían que las nodrizas sean vírgenes.

Existe alguna comunidad africana de naturaleza matriarcal (es decir, la sociedad gira en torno a la mujer), en la cual son los hombres los que amamantan a sus hijos luego que su mujer haya dado a luz.

También está el caso de una mujer de casi 60 años que tuvo que amamantar a su nieto luego que su hija muriera dando a luz. Esto ocurrió en un pueblito alejado de la ciudad. Se comenta que la mujer amamantó a su nieto por casi 2 años.

La pegunta cae de madura. ¿Cómo es posible que una nodriza pueda producir leche, si no estaba embarazada? Más aún, era virgen. ¿Cómo era posible que un hombre pueda producir leche si no estaba embarazado? Más aún, era hombre. ¿Cómo es posible que la abuela haya podido producir leche si no estaba embarazada? Más aún si era menopáusica.

Hasta hace algún tiempo se creía que sólo las mujeres podían producir leche, siempre y cuando estuvieran embarazadas. En ninguno de los casos anteriores había embarazo de por medio. Entonces, debe existir otro mecanismo diferente a la reproducción femenina.

Cuando una mujer está embarazada la placenta produce una hormona llamada HGC (Hormona Gonadotrópica Coriónica) que estimula a la hipófisis, la cual produce prolactina, una hormona que estimula a las glándulas mamarias a producir leche. Luego que el niño nace, este circuito se rompe a falta de la placenta y es reemplazado por la succión. Hoy se sabe que es la succión el estímulo más importante para la producción de leche. Por eso, las mujeres que no estimulan a su bebe a succionar o introducen la figura del biberón en la lactancia, la leche “se seca”.

Entonces, siendo la succión el factor más importante para la producción de le leche, se explica el que se pueda producir leche en ausencia de un embarazo.

Los hombres tienen glándulas mamarias al igual que las mujeres. De igual forma la adenohipófisis de los hombres también produce prolactina, que en el caso de los varones, estimula la formación de testosterona.

Hay que decir además, que el tamaño de los mamas no está necesariamente relacionado con el tamaño de la glándula mamaria sino más bien con la cantidad de grasa que allí se tenga acumulada. Esto lo digo porque leí que algunos decían que era imposible que un hombre produzca leche porque “no tiene pechos” y si es que lo hiciera tendría que desarrollar senos y eso podría ocasionarle cáncer de mama. Hay que aclarar que los hombres pueden desarrollar cáncer de mama independientemente de su posible lactancia.

Algunos hombres padecen un síndrome genético llamado “Síndrome de Klinefelter”. Estos hombres podrían presentar ginecomastia (crecimiento anormal de sus mamas) y hasta galactorrea (producción de leche).

Muchos estudios nos llevan a la conclusión de que posiblemente primero apareció la mujer y de ella, el hombre. Si esto se comprobase irrefutablemente, explicaría la presencia de pezones casi atrofiados y de glándulas mamarias no funcionales en los hombres. Tal vez estos órganos estén rumbo a la desaparición igual que la apéndice o el músculo auricular. Pero, todavía conservan algo de funcionalidad que, piénselo bien, le puede sacar algo de provecho.

martes, 23 de agosto de 2011

Síndrome "cri du chat"

El síndrome del cri du chat (Maullido de gato) fue descrito por primera vez en el año 1963 por el Dr. Jerôme Lejeune. Afecta en promedio a 1 de cada 20.000-50.000 nacimientos. Principalmente afecta a las niñas y se han descrito casos en todos los grupos raciales.
Se produce por una anomalía cromosómica estructural (deleción parcial del brazo corto del cromosoma 5 : Monosomía 5p).
  
Diagnóstico

Aún cuando existe un difícil diagnóstico prenatal, es aconsejable buscar asesoría genética cuando exista antecedente familiar de esta anomalía. La transmisión hereditaria es de aproximadamente 20 a 30% de los casos.

Características
A continuación se presentan las principales características que se presentan en este síndrome, teniendo en cuenta que no deben presentarse todas obligatoriamente :


* Retraso en el desarrollo intrauterino y bajo peso al nacimiento.
* Llanto similar al maullido de un gato (Esta característica se pierde a medida que el niño crece).
* Cara perfilada.
* Paladar elevado.
* Microcefalia (cabeza pequeña).
* Ojos separados y oblicuos.
* Orejas de implantación baja.
* Epicanto (pliegue cutáneo del párpado superior que cubren la esquina interna del ojo).
* Cuello corto.
* Escoliosis (desviación lateral de la columna).
*Hipotonía (Bajo tono muscular).
* Cardiopatía congénita.
* Fragilidad ósea (fracturas espontáneas).
* Hernia inguinal.
* Hiperlaxitud ligamentaria.
* Osificación anormal o ausente
* Miopia y atrofia óptica.
* Manos pequeñas. 
* Pies planos.
* Retraso Mental.
* Retraso motriz.

lunes, 22 de agosto de 2011

Teoría de Cuerdas

La teoría de cuerdas es un modelo fundamental de la física que básicamente asume que las partículas materiales aparentemente puntuales son en realidad "estados vibracionales" de un objeto extendido más básico llamado "cuerda" o "filamento".

De acuerdo con esta propuesta, un electrón no es un "punto" sin estructura interna y de dimensión cero, sino una cuerda minúscula que vibra en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones. Un punto no puede hacer nada más que moverse en un espacio tridimensional. De acuerdo con esta teoría, a nivel "microscópico" se percibiría que el electrón no es en realidad un punto, sino una cuerda en forma de lazo. Una cuerda puede hacer algo además de moverse; puede oscilar de diferentes maneras. Si oscila de cierta manera, entonces, macroscópicamente veríamos un electrón; pero si oscila de otra manera, entonces veríamos un fotón, o un quark, o cualquier otra partícula del modelo estándar. Esta teoría, ampliada con otras como la de las supercuerdas o la Teoría M, pretende alejarse de la concepción del punto-partícula.

La siguiente formulación de una teoría de cuerdas se debe a Jöel Scherk y John Schwuarz, que en 1974 publicaron un artículo en el que demostraban que una teoría basada en objetos unidimensionales o "cuerdas" en lugar de partículas puntuales podía describir la fuerza gravitatoria. Aunque estas ideas no recibieron en ese momento mucha atención hasta la Primera revolución de supercuerdas de 1984. De acuerdo con la formulación de la teoría de cuerdas surgida de esta revolución, las teorías de cuerdas pueden considerarse de hecho un caso general de teoría de Kaluza-Klein cuantizada. Las ideas fundamentales son dos:

Los objetos básicos de la teoría no serían partículas puntuales sino objetos unidimensionales extendidos (en las cinco teorías de cuerdas convencionales estos objetos eran unidimensionales o "cuerdas"; actualmente en la teoría-M se admiten también de dimensión superior o "p-branas"). Esto renormaliza algunos infinitos de los cálculos perturbativos.

El espacio-tiempo en el que se mueven las cuerdas y p-branas de la teoría no sería el espacio-tiempo ordinario de 4 dimensiones sino un espacio de tipo Kaluza-Klein, en el que a las cuatro dimensiones convencionales se añaden 6 dimensiones compactificadas en forma de variedad de Calabi-Yau. Por tanto convencionalmente en la teoría de cuerdas existe 1 dimensión temporal, 3 dimensiones espaciales ordinarias y 6 dimensiones compactificadas e inobservables en la práctica.

La inobservabilidad de las dimensiones adicionales está ligada al hecho de que éstas estarían compactificadas, y sólo serían relevantes a escalas tan pequeñas como la longitud de Planck. Igualmente, con la precisión de medida convencional las cuerdas cerradas con una longitud similar a la longitud de Planck se asemejarían a partículas puntuales.

Aunque la teoría de cuerdas, según sus defensores, pudiera llegar a convertirse en una de las teorías físicas más predictivas, capaz de explicar algunas de las propiedades más fundamentales de la naturaleza en términos geométricos, los físicos que han trabajado en ese campo hasta la fecha no han podido hacer predicciones concretas con la precisión necesaria para confrontarlas con datos experimentales. Dichos problemas de predicción se deberían, según el autor, a que el modelo no es falsable, y por tanto, no es científico, o bien a que "La teoría de las supercuerdas es tan ambiciosa que sólo puede ser del todo correcta o del todo equivocada. El único problema es que sus matemáticas son tan nuevas y tan difíciles que durante varias décadas no sabremos cuáles son".
 
Falsacionismo y Teoría de cuerdas

La Teoría de cuerdas o la Teoría M podrían no ser falsables, según sus críticos. Diversos autores han declarado su preocupación de que la Teoría de cuerdas no sea falsable y como tal, siguiendo las tesis del filósofo de la ciencia Karl Popper, la Teoría de cuerdas sería equivalente a una pseudociencia.

El filósofo de la ciencia Mario Bunge ha manifestado recientemente:

La consistencia, la sofisticación y la belleza nunca son suficientes en la investigación científica.
La Teoría de cuerdas es sospechosa (de pseudociencia). Parece científica porque aborda un problema abierto que es a la vez importante y difícil, el de construir una teoría cuántica de la gravitación. Pero la teoría postula que el espacio físico tiene seis o siete dimensiones, en lugar de tres, simplemente para asegurarse consistencia matemática. Puesto que estas dimensiones extra son inobservables, y puesto que la teoría se ha resistido a la confirmación experimental durante más de tres décadas, parece ciencia ficción, o al menos, ciencia fallida.

La física de partículas está inflada con sofisticadas teorías matemáticas que postulan la existencia de entidades extrañas que no interactúan de forma apreciable, o para nada en absoluto, con la materia ordinaria, y como consecuencia, quedan a salvo al ser indetectables. Puesto que estas teorías se encuentran en discrepancia con el conjunto de la Física, y violan el requerimiento de falsacionismo, pueden calificarse de pseudocientíficas, incluso aunque lleven pululando un cuarto de siglo y se sigan publicando en las revistas científicas más prestigiosas.
Mario Bunge, 2006.

No obstante, en el estado actual de la ciencia, se ha dado el paso tecnológico que puede por fin iniciar la búsqueda de evidencias sobre la existencia de más de tres dimensiones espaciales, ya que en el CERN y su nuevo acelerador de partículas se intentará, entre otras cosas, descubrir si existe el bosón de Higgs y si esa partícula se expande solo en 3 dimensiones o si lo hace en más de 3 dimensiones, y se pretende lograr estudiando las discordancias en las medidas y observaciones de la masa de dicha partícula si finalmente se encuentra, por lo que en conclusión la teoría de cuerdas estaría, recientemente, intentando entrar en el campo de la falsabilidad.

LCH

 


El LHC (Large Hadron Collider) es un gran proyecto de ciencia básica en el que intervienen miles de científicos e ingenieros de cientos de laboratorios y universidades de todo el mundo, como un ejemplo de cooperación pacífica internacional. Su finalidad es explorar y extender la frontera del conocimiento de la física haciendo colisionar protones que circulan a velocidades cercanas a la luz en sentidos opuestos a lo largo de un anillo de unos 27 km. de circunferencia, ubicado a 100 metros de profundidad cerca de la ciudad suiza de Ginebra. El conjunto del acelerador por el que circulan los haces de protones está enfriado a -271ºC para conseguir que una intensa corriente eléctrica circule sin apenas resistencia por los imanes superconductores, creando un campo magnético que curva las trayectorias de los protones a lo largo del anillo.

Son cuatro los grandes experimentos que se llevarán a cabo en el LHC, cubriendo diversos aspectos de la física de altas energías. Además, experimentos programados en otros aceleradores más pequeños (como en las denominadas B factories) y, por supuesto, el extraordinario flujo de información procedente de la física de astropartículas. Los resultados del LHC no deben contemplarse aisladamente, sino dentro de una amplia perspectiva de progreso científico y tecnológico.

El LHC permitirá conocer los instantes posteriores al “Big Bang”, la gran explosión que se supone creó el universo hace unos 13.700 millones de años. Si concentramos la energía en una pequeñísima región del espacio al colisionar dos protones de frente, entonces la densidad de energía liberada puede en efecto recrear las condiciones del universo primitivo, una minúscula fracción de segundo tras el Big Bang.

Así, podrían emerger nuevas especies de partículas muy pesadas hasta ahora desconocidas a partir de una colisión violenta entre protones, desintegrándose rápidamente pero dejando una “lluvia de partículas ordinarias” que atravesarán los detectores, creando una huella electrónica para un detenido estudio posterior mediante el GRID, un revolucionario sistema de computación que involucra decenas de miles de ordenadores situados en todo el planeta conectados por Internet. El GRID podrá aplicarse en el futuro a campos muy diversos de la ciencia, como meteorología, biomedicina y farmacología, ciencias de la Tierra…
Es posible, sin embargo, que no todas esas nuevas partículas sean inestables, y alguna podría ser el constituyente básico de la materia oscura, descubierta mediante el estudio de la dinámica de galaxias.

Precisamente conocer la razón por la que las masas de las partículas en la naturaleza son tan diversas es uno de los objetivos básicos del LHC: el descubrimiento del “bosón de Higgs”, último eslabón que falta del paradigma actual de la física de partículas y nuclear. El bosón de Higgs no es partícula de materia (como podría ser el electrón), ni de interacción (como podría ser el fotón); a veces se la ha denominado como la partícula de Dios. Se argumenta que el “bosón de Higgs” podría ser, de hecho, un portal hacia la llamada Nueva Física, una nueva revolución científica como pudo ser la teoría de la relatividad de Einstein en su momento.

En tal sentido, en el LHC se podrían crear miniagujeros negros en las colisiones entre protones sólo si la gravedad se hace mucho más fuerte que lo esperado a distancias muy cortas, lo cual implica la existencia de dimensiones espaciales extra (más allá de las tres habituales), una fantástica posibilidad de ciertas teorías físicas (como la teoría de cuerdas) que supera cualquier ficción.

Si se produjeran tales miniagujeros negros, han de evaporarse emitiendo partículas ordinarias casi al instante de formarse, como predijo Stephen Hawking. No hay peligro alguno.

Si acelerador, detectores y sistemas de computación del LHC funcionan correctamente, en el futuro nos aguardan fascinantes descubrimientos y nuevas ideas en esta aventura del saber, aunque lo sospechamos: materia y energía oscuras, miniagujeros negros y dimensiones “extra” curvadas, supercuerdas, etc.


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